En Agosto del 2007, un gran puente en Minneapolis se
derrumbó sobre el río Mississippi, matando a trece personas. En las
semanas que siguieron, me fue difícil no pensar en dicha tragedia cada
vez que cruzaba un puente.
Algún tiempo después, estaba viendo un episodio de
Trabajos Sucios en el canal Discovery. El presentador, Mike Rowe,
hablaba con un pintor industrial, cuyo trabajo estaba tratando de
replicar, "Realmente no hay nada de qué vanagloriarse en lo que usted
hace", le dijo.
"Es cierto -Contesto el pintor-, pero es un trabajo que tiene hacerse".
Este hombre pinta el interior de las torres del
puente Mackinac en el norte de Michigan. Realiza su labor desapercibida
para garantizar que el acero de la magnifica estructura suspendida no
se oxide desde el interior y la integridad del puente no se vea
comprometida.
La mayoría de las 12000 personas que cruzan los
estrechos del Mackinac cada día ni siquiera son conscientes de que
dependen de la fiel y concienzuda labor de obreros como este pintor.
Dios también ve nuestra fidelidad en las cosas que
hacemos. Aunque pensemos que nuestras acciones -grandes y pequeñas-
algunas veces pasan desapercibidas, la persona más importante de todas
las está observando.
Cualquiera que sea nuestra labor hoy, hagámoslo "todo en el nombre del señor Jesús" -CHK
El trabajo diario adquiere valor eterno cuando se hace para Dios.
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús. Colosenses 3:17
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