Las decisiones deberían ser hechas en base a la evidencia y sonar razonables, no durante momentos de marea emocional alta.Limitar
nuestras vidas a las experiencias pasadas es engañamos a nosotros
mismos y no desarrollar nuestro potencial aumentando nuestras
posibilidades de éxito.
Mi amigo Joe Sawyer cuenta una tierna historia acerca de un
muchachito que un día estaba pescando. Un anciano que pescaba cerca se
dio cuenta que el niño estaba teniendo bastante éxito en su trabajo.
Lo más llamativo no era la cantidad de pescados sino lo que hacía una
vez que los traía con éxito a la tierra. El muchacho tomaba cada
pescado en su mano y lo medía. Si el pescado era más largo que su
mano, lo tiraba de nuevo al agua. Sólo se quedaba con los pequeños.
Finalmente la curiosidad motivó que el anciano fuera hasta donde
estaba el muchacho y le preguntara: "Hijo, ¿por qué te quedas con los
pequeños peces y tiras los grandes al agua?" El jovencito contestó: "No
puedo quedarme con los grandes, '¡tengo una fuente que mide solamente
veinte centímetros!". Me temo que hay muchas personas que se achican
porque se limitan a una fuente de veinte centímetros. ¡No piensa en
más grande, no ven más, no actúan para más, no esperan más! En lugar
de expandir sus horizontes aumentando sus expectativas, reducen su
potencial achicando sus esperanzas.
Demasiadas personas fracasan en darse cuenta que sus expectativas
limitan la altura de sus futuras posibilidades. Es imposible lograr
el éxito si no lo esperamos.
Muchas personas no reciben milagros en sus vidas porque sus
"expectómetros" han expirado. Una vez tuvieron sueños; ahora tienen
dudas. El futuro se veía brillante; ahora se ve borroso. Los mejores
días por venir se han nublado por los amargos días del pasado. Están
en problemas. Si esto le ha sucedido a usted, revitalice su
"expectómetro" adoptando los siguientes principios:
1. Su vida debe estar influenciada por sus expectativas, no por su experiencia
Las vidas de las personas con frecuencia están
guiadas por alguna experiencia dramática del pasado. Trágicamente, no
han ganado ningún territorio nuevo porque son prisioneros de problemas
pasados. Con frecuencia comentan, "Lo intenté aquella vez y fracasé",
o "No puedes enseñar a un viejo perro, nuevos trucos" o "Siempre se
hizo así". Estos individuos han cometido un terrible error al creer
que las cosas nunca cambian y que la experiencia es el mejor maestro:
da la prueba primero y la lección después. .
Limitar nuestras vidas a las experiencias
pasadas es engañamos a nosotros mismos y no desarrollar nuestro
potencial aumentando nuestras posibilidades de éxito. Mark Twain dijo:
"Si un gato se sienta en una pava caliente, nunca más se sentará en una
pava caliente. Por supuesto, tampoco se sentará en ninguna que esté
fría". Olvide sus fallas pasadas y comience a extender sus
expectativas para mañana.
2. Su vida debe ser influenciada por sus expectativas, no por los ejemplos ajenos.
Todos tenemos a alguien a quien admiramos. Por
momentos es una tentación el tratar de imitarlos. Por eso, siento que
es importante para nuestro país producir héroes que vivan por los
principios cristianos. Se ha preguntado últimamente: ¿Dónde se han ido
todos los héroes buenos?" El peligro de modelar nuestra vida imitando
otras es que con demasiada frecuencia olvidamos que ellos son
humanos. Sus pies están hechos de arcilla, y son susceptibles de
fracasos tal como nosotros.
Sus valles posiblemente podrían transformarse en
los suyos. Sus caídas podrían limitar el ascenso suyo a la cima de la
montaña.
3. Su vida debe ser influenciada por sus expectativas, no por su optimismo
Los estados de ánimo de las personas varían en
gran proporción. Por momentos durante un estado de gozo y felicidad,
hay decisiones que se hacen que no son del mejor interés de la
persona. Las decisiones deberían ser hechas en base a la evidencia y
sonar razonables, no durante momentos de marea emocional alta. Sus
emociones son creadas por demasiados factores inestables en su vida.
El mundo es dirigido por personas que no "lo sienten así". No hay otra
área en su vida que revele más su disciplina que su habilidad para
conquistar sus estados de ánimo y descansar fuertemente sobre sus
expectativas.
Tómese un momento para inspeccionar su expectómetro.
Sus expectativas no deben estar basadas en lo que
usted es hoy, sino en lo que espera llegar a ser algún día. Su
expectómetro debe ser energizado, porque es la llave que abre la
puerta de muchos milagros. La Palabra nos enseña que "no tenemos
porque no pedimos" (Santiago 4:2). La mayoría del tiempo usted no pide
porque no tiene expectativas. Sus peticiones aumentarán en coraje a la
medida de que sus expectativas aumenten. En otras palabras, energice
su expectómetro y espere ganar.
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