Usted, que día a día se enfrenta con posibles caminos y diversas
realidades, ¿Sabe con certeza hacia dónde se dirige? Porque sería muy
sencillo imaginar nuevas posibilidades a partir de antiguas
percepciones, y al mismo tiempo descender a un nivel inferior del que se
espera de nuestra existencia.
No dejo de asombrarme cuando una persona exterioriza, mediante
preguntas, quejas y argumentos, su genuina búsqueda espiritual. Sí.
Digámoslo de una buena vez: abundan los que callan y son muy pocos los
que sinceramente exponen su corazón. Pero es mucho más frustrante
advertir que un creciente número de personas transita los senderos de la
ambivalencia, permitiéndose creer que "todo está bien”.
¿Por qué ignorar las señales? ¿Qué razón hay para el atropello? Los
atajos no siempre conducen a buen término, aunque por momentos el viaje
parezca más liviano.
Conozco a dos personas que tuercen la verdad, ajustando la
comunicación de los hechos según sus propios intereses. De manera
"objetivamente subjetiva” intentan construir (instalar) un mundo que se
adapte a su cosmovisión, transgrediendo en el camino las fronteras de la
tolerancia y el respeto por la diversidad cultural. Humildemente me
comuniqué con ellos y traté de hacerles comprender… sin embargo no logré
hacerles entender la gravedad del asunto. Continúan sembrando
suspicacias, distorsión y amargura.
En ocasiones como ésta debo admitir como cierto lo que escribió
Khalil Gibran: "No podemos guiar a los demás para que entiendan el
verdadero significado de la vida; necesitan descubrir solos que algunas
partes del árbol suben hacia el cielo, y otras se hunden en la tierra”.
La Biblia, sin
embargo, lo resume en forma exquisitamente precisa: "Hay caminos que al
hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”
(Proverbios 16:25).
¿Y usted? ¿Qué camino ha escogido transitar?
Guardarás, pues, los mandamientos de tu Dios, andando en sus caminos, y
temiéndole. Deuteronomio 8:6.
Porque yo te mando hoy que ames a tu Dios, que andes en sus caminos, y
guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y
seas multiplicado, y tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras
para tomar posesión de ella. Deuteronomio 30:16.
|