Si usted tiene una familia, quiero alentarle a ponerla en primer lugar en su liderazgo.
No hay legado comparable con la influencia positiva que un líder ejerce sobre su familia.
Un ejemplo maravilloso de este tipo de influencia lo
vemos en los primeros años de la historia de los Estados Unidos.
Jonathan Edwards, famoso predicador del siglo dieciocho, y su esposa,
Sara, dejaron un legado increíble basado en su influencia. Entre sus
descendientes se cuentan:
Trece presidentes de universidades
Sesenta y cinco profesores universitarios
Cien abogados, incluyendo el decano de una facultad de derecho
Treinta jueces
Sesenta y seis médicos, incluyendo el decano de una escuela de medicina
Ochenta funcionarios públicos en cargos de
influencia, entre ellos: tres senadores federales, tres alcaldes de
ciudades importantes, tres gobernadores, un vicepresidente de los
Estados Unidos y un director del Tesoro de los Estados Unidos.
Si quiere impactar su comunidad, su país o su mundo, el punto de partida es su hogar.
Maxwell, J. C. (2001; 2003). Los 21 minutos más poderosos en el día de un líder. Thomas Nelson, Inc.
No le de la espalda a su hogar por darle la cara a
sus negocios, empresas o Iglesia. La familia seguirá contigo el resto de
la vida, los demás son temporales.
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te
maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la
tierra. Genésis 12:3
Y decidle así: Sea paz a ti, y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes. 1 Samuel 25:6 |
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