En las memorias de Hudson Taylor, primer misionero
que fue a China, se cuenta el incidente que sigue: Al fin de un culto de
predicación del evangelio, se levantó un chino principal y puesto de
pie dijo con voz triste:
"Durante años y más años he buscado la verdad, como
toda su larga vida mi pobre padre la buscó sin descanso. He viajado
mucho, mucho, y he leído todos los libros de Confucio, de Buda, de Taos,
y no he logrado hallar descanso. Y hoy, por lo que acabo de oir, siento
que, al fin, mi espíritu puede descansar. Desde esta noche yo soy un
seguidor de Cristo."
Después, dirigiéndose al misionero, con voz solemne
le preguntó lo que por años conmovió y seguirá conmoviendo a los que de
veras aman a los pecadores perdidos.
--¿Por cuánto tiempo conocéis las Buenas Nuevas en Inglaterra?
--Por centenares de años --contesta Taylor.
--¡Cómo! ... ¿Es posible? --exclamó el chino--, ¡por
centenares de años! ... ¿Es posible que hayáis conocido a Jesús el
Salvador por tanto tiempo y hasta ahora no nos lo hayáis hecho conocer a
nosotros? Mi pobre padre buscó la Verdad por muchos años ... y murió
sin hallarla. ¡Oh! ¿Por qué no vinisteis más pronto, por qué no
vinisteis antes?
He aquí el grito de todos los que ignoran "las buenas nuevas de salud".
¡Cuán triste es confesar que las tres cuartas partes
de los creyentes en Cristo, salvos por su gracia, están callados y no
dicen a los demás lo que otros les anuncian a ellos mismos: Que en
Cristo hay salvación eterna ahora mismo!
Lerı́n, A. 500 ilustraciones (Page 276).
Tenemos como cristianos un compromiso. Compartir la
verdad de Dios con todos aquellos que no la tienen. No es una opción, es
una Comisión.
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero
el que no crea será condenado. Marcos 16:15
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han
creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin
haber quien les predique?
Romanos 10:14
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